Tantos momentos, tanto tiempo, tantos recuerdos... sé que volveré, pronto o tarde, pero volveré.
Foto con una de las típicas cabinas de teléfono londinenses :)
Aquí veis detrás el London Eye y un poco el tono general de Londres. ¿A qué es precioso? ^^
Mi clase de INTERMEDIATE (Lesson 8). (De izqda a dcha) Yo, ?, ?, Emily (teacher), ?, Uuma (atrás), Johanna (verde) y Alexandra.
Mis compañeros de travesía antes de coger el expresso a Hogwarts, jajajaja
Porque lo amo, porque las "Houses of parliament" es el edificio más especial, tanto por fuera y por dentro, y porque me recuerda taaaaaantas cosas... ^^
Vista de London desde la catedral de San Pablo, PRECIOSO
Vista del Támesis y parte de London desde el "Milenium Bridge"
Mi clase de INTERMEDIATE. Foto del último viernes que estuve con ellos. (De izqda a dcha) Yo, Paul (teacher), Bibiana, Luisa, Adriana, Sun y Álex.
Mi clase de INTERMEDIATE (LESSON 8), del último día que estuve con ellos. (De izqda a dcha) Yo, Emily (teacher), Anastasia, ?, ?, Sandra, ?
Uno de los muchos días que nos pasamos en el parque de "Russell Square"
Foto con un "soldadito de plomo" de la Torre de Londres.
Desde el London Eye, al fondo las "Houses of Parliament" y el Támesis.
Rafi, Pablo y yo.
Rafi con un kiki de colegiala en Hyde Park, jajajajajaja.
Rafi con la obra de arte acabada jajaja, ya con sus dos kikis de colegiala jajajajajajajaja.
Segundos después de ver la obra de arte acabada jajajajajaja
No comments... jajajajaja
Foto bohemia en el Hyde Park jeje.
Ayer, 28.Agosto.2009, foto de despedida de mi clase de UPPER-INTERMEDIATE. (De izqda a dcha) Yo, Rafi, Alberto, Montse, Atilano, Bryony (teacher), Elena (atrás), Johanna y Mohamed.
Ayer, 28.Agosto.2009, foto de despedida de mi clase de UPPER-INTERMEDIATE (LESSON 8). (De izqda a dcha) Mohamed, Atilano, Rachel (teacher), Gina, Johanna y yo.
PD. perdón por las "?" en los nombres, pero esque soy malísimo para recordarlos...
Bueno, como veis, con estas fotos os dibujo un poco mi andanza por Londres, este puñado de recuerdos os describen un poco mi sonrisa, y por todo y todos ellos, solo me queda dar las gracias, deciros que espero volver a veros pronto, y a ti, Londres, el año que viene espero poder disfrutarte de nuevo...
Con todo, me despido, tengo que tener todo listo que mi vuelo sale esta noche. Mejor decir "hasta luego" o "see you" que "adiós".
Te quiero Londres :)
sábado, 29 de agosto de 2009
martes, 25 de agosto de 2009
Speaking out
Un día más, un simple día más, en el cual reina la monotonía de la rutina, se apodera de mis minutos, vence. Pero no se queda ahí, traspasa fuertes murallas, apareces tú, hundiéndome.
Es incalculable la distancia en la que uno se puede sumergir con tan sólo una frase de una persona a la cual apreciabas. El daño y la amargura con la que has teñido mis dos últimos días ha reinado sobre la simple monotonía de mi rutina. LLegaste, hablaste y venciste. Te coronaste con una simple frase en el frío messenger. La asolación y el sentimiento de que haya tirado el tiempo es lo único que me ha quedado tras tu paso.
Ha sido duro oír que quizá no merezca eso, sino que está en vuestras manos, que no depende de mí, que depende de lo que decidáis... Estoy harto de que la gente decida por mí, estoy realmente cansado de tener que ir con una coraza por la vida para que las flechas simplemente reboten, estoy frustrado de que en el único lugar dónde puedo ser yo mismo, se piense que quizá "no cumplo condiciones".
Ahora me hallo en un estado en el cual se cruzan mil caminos en mi vida, en el que llegas tú y borras del mapa cualquier posible solución. LLegas tú y arrasas más que Atila, llegas tú y me dejas en un desierto. ¿Qué hacer pues?
La confusión que me trae de cabeza cada vez se agranda, se juntan nuevas historias, se reescriben las antiguas y se perfilan las futuras, cada vez me falta más el tiempo, y cada vez me siento más agusto lejos, porque allí es dónde está todo lo que me hace sufrir, porque allí también está todo lo que me hace feliz, porque sé que cuando llegue allí todo no será igual, porque el cruel destino no se ha parado a pensar en lo que realmente necesito, sino en su propio placer para seguir jugando con los frágiles hilos de la vida, como antaño. La trenza que estás elaborando con mi vida no está quedando como yo quisiera, ni mucho menos, ¡solamente decides tú! Me pones a personas en mi camino, unas lo cruzan, otras lo bordean, otras me atraviesan, hay de todo: pluralidad, pero siempre peregrinos, risueños o dolorosos, egoístas o solidarios, renacientes o decadentes, pero peregrinos. Necesito que los hilos que componen mi trenza sean cada vez más fuertes, para que algún lejano día pueda salir a la calle con una sonrisa y con la coraza en la mano, sabiendo que tú, que hoy me estás haciendo daño, mañana me vas a ayudar.
Lo fácil sería borrarte de mi vida con típex indeleble para que no volvieras a aparecer nunca, pero los atajos no son lo mío. Ahora eres tú el que ha jugado con mi felicidad, y con tan poco cuidado, que sabiendo lo frágil que era, la has lanzado al vacío... pero, los rescoldos que quedan sé que van a durar, sé que no van a ser simples transeúntes en mi vida, sino que van a ser excelentes bordadores de mi trenza, y que se van a dejar las manos encalladas en conseguirlo. Aunque el destino esté de tu parte, querido caballero doloroso, no voy a ser yo el que te ponga el camino fácil como esta vez. He caído sí, y muy fácilmente, pero contigo las puertas a la estabilidad en mi vida se han cerrado.
Es incalculable la distancia en la que uno se puede sumergir con tan sólo una frase de una persona a la cual apreciabas. El daño y la amargura con la que has teñido mis dos últimos días ha reinado sobre la simple monotonía de mi rutina. LLegaste, hablaste y venciste. Te coronaste con una simple frase en el frío messenger. La asolación y el sentimiento de que haya tirado el tiempo es lo único que me ha quedado tras tu paso.
Ha sido duro oír que quizá no merezca eso, sino que está en vuestras manos, que no depende de mí, que depende de lo que decidáis... Estoy harto de que la gente decida por mí, estoy realmente cansado de tener que ir con una coraza por la vida para que las flechas simplemente reboten, estoy frustrado de que en el único lugar dónde puedo ser yo mismo, se piense que quizá "no cumplo condiciones".
Ahora me hallo en un estado en el cual se cruzan mil caminos en mi vida, en el que llegas tú y borras del mapa cualquier posible solución. LLegas tú y arrasas más que Atila, llegas tú y me dejas en un desierto. ¿Qué hacer pues?
La confusión que me trae de cabeza cada vez se agranda, se juntan nuevas historias, se reescriben las antiguas y se perfilan las futuras, cada vez me falta más el tiempo, y cada vez me siento más agusto lejos, porque allí es dónde está todo lo que me hace sufrir, porque allí también está todo lo que me hace feliz, porque sé que cuando llegue allí todo no será igual, porque el cruel destino no se ha parado a pensar en lo que realmente necesito, sino en su propio placer para seguir jugando con los frágiles hilos de la vida, como antaño. La trenza que estás elaborando con mi vida no está quedando como yo quisiera, ni mucho menos, ¡solamente decides tú! Me pones a personas en mi camino, unas lo cruzan, otras lo bordean, otras me atraviesan, hay de todo: pluralidad, pero siempre peregrinos, risueños o dolorosos, egoístas o solidarios, renacientes o decadentes, pero peregrinos. Necesito que los hilos que componen mi trenza sean cada vez más fuertes, para que algún lejano día pueda salir a la calle con una sonrisa y con la coraza en la mano, sabiendo que tú, que hoy me estás haciendo daño, mañana me vas a ayudar.
Lo fácil sería borrarte de mi vida con típex indeleble para que no volvieras a aparecer nunca, pero los atajos no son lo mío. Ahora eres tú el que ha jugado con mi felicidad, y con tan poco cuidado, que sabiendo lo frágil que era, la has lanzado al vacío... pero, los rescoldos que quedan sé que van a durar, sé que no van a ser simples transeúntes en mi vida, sino que van a ser excelentes bordadores de mi trenza, y que se van a dejar las manos encalladas en conseguirlo. Aunque el destino esté de tu parte, querido caballero doloroso, no voy a ser yo el que te ponga el camino fácil como esta vez. He caído sí, y muy fácilmente, pero contigo las puertas a la estabilidad en mi vida se han cerrado.
lunes, 17 de agosto de 2009
¿Dónde estás?
¿Estás perdida? ¿O no me quieres encontrar?
-Citaría a Platón, ya que estaría ante un intelectual. Según él, al principio de la creación, los hombres y las mujeres no eran como son; había un solo ser, que ea bajo, con cuerpo y un cuello, pero cuya cabeza tenía dos caras, cada una mirando en una dirección. Era como si dos criaturas estuviesen pegadas por la espalda, con dos sexos opuestos, cuatro piernas, cuatro brazos.
>>Los dioses griegos, sin embargo, eran celosos, y vieron que una criatura que tenía cuatro brazos trabajaba más, dos caras opuestas estaban siempre vigilantes y no podían ser atacadas a traición, cuatro piernas no exigían tanto esfuerzo para permanecer de pie o andar durante largos períodos. Y lo que era más peligroso: la criatura tenía dos sexos diferentes, no necesitaba a nadie más para seguir reproduciéndose en la tierra.
>>Entonces dijo Zeus, el supremo señor del Olimpo: "Tengo un plan para hacer que estos mortales pierdan la fuerza".
>>Y, con un rayo, partió a la criatura en dos, y así creó al hombre y a la mujer. Eso aumentó mucho la población del mundo, y al mismo tiempo desorientó y debilitó a los que en él habitaban, porque ahora tenían que buscar la parte perdida, abrazarla de nuevo, y en ese abrazo recuperar la antigua fuerza, la capacidad de evitar la traición, la resistencia para andar largos períodos y soportar el trabajo agotador. A ese brazo donde los dos cuerpos se confunden de nuevo en uno lo llamamos sexo.
[Once minutos, Paulo Coelho]
Continúo andando, dando pasitos hacia la salida del laberinto, y busco, te busco. No te encuentro. Quiero pensar que aún no es el momento, que aún es pronto. Quizá hasta me haya cruzado contigo y te haya dejado pasar, o, hayas tomado "un desvío en mi vida", o, simplemente, las partes que hacen el todo sean polos opuestos...
A pesar de todo, pretendo encontrarte algún día, para hacerte feliz, para ser feliz, cueste lo que cueste, porque sé que merece la pena, y porque sé que mi vida de transición se parará en cuanto te vea.
Atentamente, tu alma gemela.
-Citaría a Platón, ya que estaría ante un intelectual. Según él, al principio de la creación, los hombres y las mujeres no eran como son; había un solo ser, que ea bajo, con cuerpo y un cuello, pero cuya cabeza tenía dos caras, cada una mirando en una dirección. Era como si dos criaturas estuviesen pegadas por la espalda, con dos sexos opuestos, cuatro piernas, cuatro brazos.
>>Los dioses griegos, sin embargo, eran celosos, y vieron que una criatura que tenía cuatro brazos trabajaba más, dos caras opuestas estaban siempre vigilantes y no podían ser atacadas a traición, cuatro piernas no exigían tanto esfuerzo para permanecer de pie o andar durante largos períodos. Y lo que era más peligroso: la criatura tenía dos sexos diferentes, no necesitaba a nadie más para seguir reproduciéndose en la tierra.
>>Entonces dijo Zeus, el supremo señor del Olimpo: "Tengo un plan para hacer que estos mortales pierdan la fuerza".
>>Y, con un rayo, partió a la criatura en dos, y así creó al hombre y a la mujer. Eso aumentó mucho la población del mundo, y al mismo tiempo desorientó y debilitó a los que en él habitaban, porque ahora tenían que buscar la parte perdida, abrazarla de nuevo, y en ese abrazo recuperar la antigua fuerza, la capacidad de evitar la traición, la resistencia para andar largos períodos y soportar el trabajo agotador. A ese brazo donde los dos cuerpos se confunden de nuevo en uno lo llamamos sexo.
[Once minutos, Paulo Coelho]
Continúo andando, dando pasitos hacia la salida del laberinto, y busco, te busco. No te encuentro. Quiero pensar que aún no es el momento, que aún es pronto. Quizá hasta me haya cruzado contigo y te haya dejado pasar, o, hayas tomado "un desvío en mi vida", o, simplemente, las partes que hacen el todo sean polos opuestos...
A pesar de todo, pretendo encontrarte algún día, para hacerte feliz, para ser feliz, cueste lo que cueste, porque sé que merece la pena, y porque sé que mi vida de transición se parará en cuanto te vea.
Atentamente, tu alma gemela.
sábado, 15 de agosto de 2009
All that is not given is lost
Felicidad. Ser. Alegría. Yo. Atención. Mismo. Autoestima. Ser. Bondad. Yo. Diversión. Mismo. Relación. Ser. Partirse. Yo... ¿mismo?
El laberinto que me toca recorrer cada día de mi vida parece que no tiene salida, acabo siempre escogiendo el mismo camino para llegar a un muro que no se puede traspasar. ¿Por qué es tan difícil darse cuenta de lo realmente importante? Quizá me esté dedicando mucho a los demás y olvidándome de mí mismo, por eso cuando estoy a solas conmigo no sé que hacer... Mi felicidad se basa en las sonrisas de los demás, en la superación de los que me rodean, en que ellos sean felices. ¿Es eso malo? La respuesta más acertada es: extraño, pero cada persona es un mundo y si mi mundo es el de los demás, ¿dónde está ahí la malicia? Puede que me tenga que parar a pensar en mí más de lo que lo hago, pero cada vez que lo hago acabo pensando en el: ¿y si cambiara todo y empezase a ser algo menos egoísta conmigo mismo y me dedicara más tiempo a mí que el que dedico a los demás?
No lo sé, es todo tan confuso... Aunque creo que ahí no encontraría la felicidad, sino la soledad: mi mayor temor, que entonces sería mi más infiel amigo; aún así los demás continuarían sus vidas sin mí, obviamente, ya que no soy necesario, pero ¿y yo? ¿Con quién continuaría mi vida? Y lo más importante, ¿para quién?
Hay veces, que uno tiene problemas, y mi manera de relajarme e intentar buscar solución es escrbiendo, por eso comparto estas líneas con vosotros, aunque no os cuente nada, realmente os digo todo. Es difícil continuar con el ritmo de vida que uno quiere cuando las veinticuatro horas que tiene el día se le hacen cortas, y es aquí dónde llegan los problemas: la elección. Ójala no tuviera que descartar nada y pudiese hacer todo, pero creo que me merezco algo más que la vida elija por mí. A pesar de todo, la decisión que he tomado es, como dice el título, "todo lo que no se da se pierde"
Creo que éste sí es el camino correcto para salir del laberinto.
El laberinto que me toca recorrer cada día de mi vida parece que no tiene salida, acabo siempre escogiendo el mismo camino para llegar a un muro que no se puede traspasar. ¿Por qué es tan difícil darse cuenta de lo realmente importante? Quizá me esté dedicando mucho a los demás y olvidándome de mí mismo, por eso cuando estoy a solas conmigo no sé que hacer... Mi felicidad se basa en las sonrisas de los demás, en la superación de los que me rodean, en que ellos sean felices. ¿Es eso malo? La respuesta más acertada es: extraño, pero cada persona es un mundo y si mi mundo es el de los demás, ¿dónde está ahí la malicia? Puede que me tenga que parar a pensar en mí más de lo que lo hago, pero cada vez que lo hago acabo pensando en el: ¿y si cambiara todo y empezase a ser algo menos egoísta conmigo mismo y me dedicara más tiempo a mí que el que dedico a los demás?
No lo sé, es todo tan confuso... Aunque creo que ahí no encontraría la felicidad, sino la soledad: mi mayor temor, que entonces sería mi más infiel amigo; aún así los demás continuarían sus vidas sin mí, obviamente, ya que no soy necesario, pero ¿y yo? ¿Con quién continuaría mi vida? Y lo más importante, ¿para quién?
Hay veces, que uno tiene problemas, y mi manera de relajarme e intentar buscar solución es escrbiendo, por eso comparto estas líneas con vosotros, aunque no os cuente nada, realmente os digo todo. Es difícil continuar con el ritmo de vida que uno quiere cuando las veinticuatro horas que tiene el día se le hacen cortas, y es aquí dónde llegan los problemas: la elección. Ójala no tuviera que descartar nada y pudiese hacer todo, pero creo que me merezco algo más que la vida elija por mí. A pesar de todo, la decisión que he tomado es, como dice el título, "todo lo que no se da se pierde"
Creo que éste sí es el camino correcto para salir del laberinto.
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