domingo, 27 de septiembre de 2009

Esperanza

Saber que tienes a alguien junto a ti, dándote el calor más fuerte de la amistad, es una suerte en la vida; caerte, levantarte, volver a caerte y ser ayudado, y volver a caer notando que se rompe tu alma en insignificantes y diminutos añicos, mientras ves que estás ahí, con el pegamento más fuerte y eficaz que existe en la vida: el amor, no es una suerte, es sentirse amado, es ver la vida con la calidez de otros ojos, es no perder la esperanza, es darse cuenta de que realmente dar tu vida por estas personas tiene sentido, es cuando verdaderamente aprendes el segnificado de un "te quiero"